Post by Admin on Apr 26, 2021 17:15:03 GMT
Mito sobre el trueno
“Vengan, acérquense, hermanos y hermanas. El ambiente parece estar demasiado tenso y un tanto aburrido, así que déjenme alivianarlo un poco contándoles una pequeña historia sobre la pereza y el orgullo ridículo sobre nuestros dioses. Todos hemos visto que después de ver a un rayo aparecer en el cielo, un sonido estridente le sigue: un trueno. Pero ¿acaso saben que son los truenos? ¿Saben por qué hacen ese sonido? ¿Por qué a veces se escuchan leves y en otras ocasiones se escuchan como si el cielo fuera a caerse? Pues yo se los diré para que se rían conmigo y podamos divertirnos un rato.
Hace muchos, muchos años, años, antes de que cualquier persona viva existiera, los dioses trataban de comunicarse entre sí usando su propio elemento para mandarse mensajes entre sí; un sistema de correspondencia primitivo. Aqua formaba diferentes formas con el agua, incluso movía las olas de los mares; Ignis creaba pequeños incendios e incluso hacia que volcanes entraran en erupción; Ventus creaba ráfagas de vientos y, aunque suene un tanto extremo, llegaba a crear tornados; Terra movía arena, provocaba avalanchas de piedra e incluso terremotos; mientras que Solis y Noctis eran los más limitados, puesto que no podían hacer movimientos tan radicales con el sol y la luna sin afectar al planeta y las creaciones de los demás dioses. Sin embargo, como seguramente ya se dieron cuenta, los métodos de comunicación entre nuestros adorados dioses podía llegar a ser bastante destructivos. La única deidad con las formas de comunicación menos destructivas era Aqua y fue ella misma quien trató de encontrar una vía para que todos lo pudieran usar, minimizando el daño al planeta. Y para que Solis y Noctis pudieran comunicarse más con los demás, por su puesto.
Fue entonces que, en un día tormentoso, Aqua observaba el cielo. Los relámpagos llamaron su atención, siendo lo que más le interesó fue el hecho de que no producían ningún sonido. Y en ese preciso momento, por más sorprendente que suene, una pequeña piraña tuvo las agallas de morder a la deidad del agua. Por la sorpresa, dejó escapar un pequeño grito, que provocó que un sonido se escuchara en el cielo: el primer trueno. Al darse cuenta de ello, la deidad empezó a hablar para probar su teoría y funcionó. Entonces, les instruyó a los demás dioses que utilizaran los truenos para comunicarse. Así fue que cada que empezaba a llover, los dioses aprovechaban esos momentos para platicar y echarse unas carcajadas; incluso hacían chistes sobre ellos.
Y así, amigos míos, es como los truenos llegaron a existir. Cuando escuchen un trueno que se escucha de forma estruendosa, lo más seguro es que los dioses estén discutiendo… Todo gracias a una piraña que tuvo las agallas de morder a la deidad del agua.”
Hace muchos, muchos años, años, antes de que cualquier persona viva existiera, los dioses trataban de comunicarse entre sí usando su propio elemento para mandarse mensajes entre sí; un sistema de correspondencia primitivo. Aqua formaba diferentes formas con el agua, incluso movía las olas de los mares; Ignis creaba pequeños incendios e incluso hacia que volcanes entraran en erupción; Ventus creaba ráfagas de vientos y, aunque suene un tanto extremo, llegaba a crear tornados; Terra movía arena, provocaba avalanchas de piedra e incluso terremotos; mientras que Solis y Noctis eran los más limitados, puesto que no podían hacer movimientos tan radicales con el sol y la luna sin afectar al planeta y las creaciones de los demás dioses. Sin embargo, como seguramente ya se dieron cuenta, los métodos de comunicación entre nuestros adorados dioses podía llegar a ser bastante destructivos. La única deidad con las formas de comunicación menos destructivas era Aqua y fue ella misma quien trató de encontrar una vía para que todos lo pudieran usar, minimizando el daño al planeta. Y para que Solis y Noctis pudieran comunicarse más con los demás, por su puesto.
Fue entonces que, en un día tormentoso, Aqua observaba el cielo. Los relámpagos llamaron su atención, siendo lo que más le interesó fue el hecho de que no producían ningún sonido. Y en ese preciso momento, por más sorprendente que suene, una pequeña piraña tuvo las agallas de morder a la deidad del agua. Por la sorpresa, dejó escapar un pequeño grito, que provocó que un sonido se escuchara en el cielo: el primer trueno. Al darse cuenta de ello, la deidad empezó a hablar para probar su teoría y funcionó. Entonces, les instruyó a los demás dioses que utilizaran los truenos para comunicarse. Así fue que cada que empezaba a llover, los dioses aprovechaban esos momentos para platicar y echarse unas carcajadas; incluso hacían chistes sobre ellos.
Y así, amigos míos, es como los truenos llegaron a existir. Cuando escuchen un trueno que se escucha de forma estruendosa, lo más seguro es que los dioses estén discutiendo… Todo gracias a una piraña que tuvo las agallas de morder a la deidad del agua.”
By: BlueMonster