Post by Admin on Apr 26, 2021 17:10:18 GMT
El sacrificio
Mucho antes de que incluso el universo existiera, la muerte ya estaba presente, se podría decir que es el ser más antiguo de la historia. Este ser pasó eones a la deriva por la oscuridad; una oscuridad más penetrante que la de la misma noche. La muerte era más antigua que los dioses elementales que ahora rigen el mundo de Reus. La muerte estuvo ahí antes de que Solis bañara al universo con su luz. Incluso la Muerte estuvo presente en el nacimiento de Noctis y le hizo compañía por un milenio antes de seguir flotando por la oscuridad, mientras Noctis aprendía a controlar la oscuridad. Él estuvo presente cuando Terra formó el mismo planeta en el cual habitan todos los seres vivos, creando también los distintos relieves, montañas, mesetas, llanuras, colinas y demás cuerpos de tierra; como Aqua llenaba la gran parte del planeta con agua dulce y salada; como Ventus creaba las ráfagas de vientos; como Ignis alzaba volcanes de la tierra y los hacía entrar en erupción, trayendo el fuego al planeta.
Teniendo al primer planeta, la Muerte se la pasaba viajando alrededor de este. Y después de cientos de años, empezó a sentir que algo le faltaba; los dioses habían caído en la complacencia y se negaban a hacer más. El planeta estaba vacío y no pasaba nada interesante, de vez en cuando había desastres naturales por aquí y por allá, pero todo era tan… inconsecuente. Después de milenios de estarle rogando a los dioses que hicieran algo al respecto, estos accedieron a crear “vida”, pero se rehusaron a trabajar juntos; querían que sus creaciones solo los alabaran a ellos y a nadie más. Así que Aqua creó a seres amorfos hechos completamente de agua, más al momento en que salían del agua, morían; Terra creó a seres hechos de roca, pero al entrar en contacto con el viento, salían volando en pedazos; Noctis creó seres hechos de energía oscura, pero cuando amanecía, estos morían: Solis creó seres de luz que sólo podían vivir durante el día: Ignis creó masas amorfas de lava que, al contacto con el agua, se volvían roca; Ventus fue el único que no pudo crear vida con su elemento solo, por lo que trató de combinar todos los elementos, aunque falló.
Teniendo al primer planeta, la Muerte se la pasaba viajando alrededor de este. Y después de cientos de años, empezó a sentir que algo le faltaba; los dioses habían caído en la complacencia y se negaban a hacer más. El planeta estaba vacío y no pasaba nada interesante, de vez en cuando había desastres naturales por aquí y por allá, pero todo era tan… inconsecuente. Después de milenios de estarle rogando a los dioses que hicieran algo al respecto, estos accedieron a crear “vida”, pero se rehusaron a trabajar juntos; querían que sus creaciones solo los alabaran a ellos y a nadie más. Así que Aqua creó a seres amorfos hechos completamente de agua, más al momento en que salían del agua, morían; Terra creó a seres hechos de roca, pero al entrar en contacto con el viento, salían volando en pedazos; Noctis creó seres hechos de energía oscura, pero cuando amanecía, estos morían: Solis creó seres de luz que sólo podían vivir durante el día: Ignis creó masas amorfas de lava que, al contacto con el agua, se volvían roca; Ventus fue el único que no pudo crear vida con su elemento solo, por lo que trató de combinar todos los elementos, aunque falló.
Al ver el fallo colosal de los dioses, la Muerte entró en un estado de depresión y decidió hundirse en lo profundo del mar por cientos de años más. Un día cualquiera, una pequeña masa amorfa de agua se encontró a la Muerte, quien estaba sumido en sus pensamientos. Este se acercó hasta que la Muerte se percató de su presencia; extendió su mano y le dio un pequeño toque, pero al instante, el pequeño ser de agua murió. Fue entonces que se dio cuenta de que tenía el poder de quitar la vida, y ahí mismo también tuvo la idea de que se necesitaba un balance entre la vida y la muerte, fuera del control de los demás dioses, puesto que estos no eran aptos para dar y quitar vida, eran demasiado egoístas para ello.
Entonces la Muerte saltó hacia los cielos y cerró los ojos, atravesó su pecho y removió su propio corazón. Para su sorpresa, este estaba hecho de pura luz. En ese momento la Muerte recitó las siguientes palabras: “Hermana mía, mi parte complementaria, dadora de vida. Que tu nacimiento sea el que marque el nacimiento de la vida”. Y una luz cálida, a diferencia de la de Solis, lo cubrió todo por apenas unos segundos. Solo eso fue suficiente para traer la vida al planeta; los arboles y las plantas florecieron; los animales salieron de los arbustos y de los cuerpos de agua y… sorprendentemente, pequeñas esferas de luz caían de los cielos y cuando estos tocaban el suelo, de ellos salían los humanos. La Muerte sonrió por primera vez antes de cerrar los ojos y de que su cuerpo se desvaneciera, el regalo de la vida tomó tanta energía de la Vida y la Muerte. Tras ello, ambos perdieron sus formas corpóreas y ahora solo pueden existir como fuerzas en este mundo. Así fue como comenzó el ciclo de la vida y la muerte.
By: BlueMonster